1957, Atocpan-San Pedro, México
Vive y trabaja en Milpa Alta, México
Fernando Palma Rodríguez mezcla su entrenamiento como artista e ingeniero mecánico para crear esculturas robóticas que usan un software personalizado con el fin de ejecutar coreografías de narrativas complejas. Sus obras responden a los problemas que enfrentan
las comunidades indígenas en México, abordando los derechos humanos y territoriales, la violencia y las crisis ambientales urgentes. Palma Rodríguez vive en la región agrícola de Milpa Alta, afuera de la Ciudad de México, en donde co-dirige Calpulli Tecalco, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la preservación de la lengua y de la cultura nahua.