Cualquier imagen producida en otros contextos en este mundo exige disputar con la escena, la escena de violencia, y con aquello que captura cuando, como y donde una persona negra murió por un agente de policía. El trabajo creativo vuelve a esa persona y a quien la conocía y la amaba, y debe enfrentar directamente el desafío ético-político de trabajar con la imagen de hoy en día, o sea, encontrar el equilibrio entre la visibilidad y la oscuridad. La visualidad o, mejor, “visualizabilidad” ‒estar disponible en las redes sociales y accesible por medio de aparatos electrónicos‒ parece haberse convertido en el principal (si no el único) criterio de realidad, volviéndose elemental para las demandas ético/políticas de protección de las vidas negras, para la responsabilización del Estado y para la Justicia. Siendo así, el único camino se haría por medio de esas condiciones de representación. Es decir, el movimiento creativo primero toma lo visualizable como es, o sea, como una re/composición doblemente removida (al mismo tiempo la transmisión en vivo, divulgación de noticias y registro) de la escena de violencia que solo nos informa lo que sucedió. Este movimiento deja al descubierto el exceso que es el uso de la violencia total y de la fuerza policial como técnica de sometimiento racial por parte del Estado, mientras se despoja a la persona negra (el padre, la hermana, el amigo) de la escena de violencia y su visualización. Esto se hace con la restauración de las dimensiones de su existencia que la cámara no es capaz de capturar. Es decir, el movimiento creativo debe proteger (como un gesto ético) a la persona negra (conservando su oscuridad) en el exceso que es la propia visualización de una escena de violencia total.
Pensamientos de liberación
Notas
In: Thoughts of Liberation [Pensamientos de liberación], Canadian Art, 17.6.2020